En consecuencia se supone que el éxito de este artículo estará supeditado al fracaso.
Pero lejos de ser el supuesto fracaso motivado por la falta de gerontes en las páginas cibernéticas, de existir, el mismo estaría supeditado a una cuestión social e individual de la valoración que las sociedades hacen de esta etapa y por consiguiente del negador desinterés de un período que todo ser humano transitará: La vejez
¿Envejecer es solo un hecho biológico?
En cada sociedad la posición que ocupa la vejez, depende de lo que sus individuos tengan como representación de ésta. El proceso del envejecimiento humano debe ser considerado también en el contexto de sociedades sujetas, como tales, a grandes variaciones. La forma en la que la población envejece no está totalmente determinada por la biología, también está influida por las circunstancias sociales y el ambiente individual. En consecuencia, el envejecimiento se contempla cada vez más como un proceso que incluye aspectos culturales y psicosociales.
Estudios y mitos
Las conclusiones obtenidas a través de estudios del comportamiento y pensamiento de las sociedades, contribuye a desestimar algunos de los mitos establecidos acerca de la valoración de la vejez y del cómo debería ser el proceso de envejecimiento. Un ejemplo es la creencia actual de que la inteligencia alcanza su nivel máximo en la adolescencia, deteriorándose a partir de entonces. En contraposición, las tribus aborígenes, consideraban a las personas mayores culturalmente más sólidos, encargados de transmitir su conocimiento. En esta cultura el sentido común creado de las representaciones sociales otorga una gran valoración a la tradición oral que demanda conocimiento y experiencia de vida propias de quien “ha vivido” o” pertenece a una comunidad”, para poder transmitir con autoridad, su mensaje.
Otro mito es el que se refiere al inicio del descenso irreversible de la actividad sexual en la mitad de la vida, y sin embargo, actualmente se sabe que ésta crece, se modifica, evoluciona y por lo tanto comienza desde el nacimiento y nos acompaña toda la vida. Explorar la sexualidad no tiene edad sino ritmos y momentos que se transitan desde lo emocional. Para que este concepto se instale aún es necesario dar lugar desde lo social a que la sexualidad en la tercera edad no sea un tabú, considerando la libre elección individual tan válida como en la juventud y con una menor carga de prejuicios.
Relaciones sociales
En la tercera edad, las relaciones sociales pueden estar dificultadas por factores como limitaciones de salud, fallecimiento de miembros de la familia y amigos. Pero sobre todo por la falta de valoración social y de un rol que ubique a los ancianos en un lugar activo.
El tercer mito que hay que derribar es que los adultos mayores no utilizan la web, ya que son ellos lo que cuentan con el mayor tiempo de lectura de textos on line y realizan sus aportes constantemente, ya que el ritmo actual de vida reemplazó la oreja de los más jóvenes por este medio de comunicación. La red no tiene edad y es la mejor manera de que los adultos mayores dejen su legado. A falta de oídos que escuchen buenos son los caracteres.
Es esta generación de ancianos, que nació sin televisión y hoy chatea con personas de todo el mundo la que modifica nuevamente los prejuicios haciendo uso de las tecnologías para darle un lugar de mayor privilegio a los adultos mayores del futuro. De la sociedad de hoy depende nuestro lugar mañana.
Muy buena publicación. Estoy totalmente de acuerdo contigo en el hecho de que los mitos que existen en la sociedad modifican el modo en el que vemos y nos relacionamos con las personas, en este caso y sobre todo con el adulto mayor, sin embargo también considero interesante (y como recomendación) que se hable de cómo muchas veces son los adultos los que se "aprovechan" de estos y otros mitos existentes para generar u obtener beneficios sobre otras personas. Gracias
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