Gusto y olfato
Los sentidos del gusto y el olfato trabajan juntos. La mayor parte de los sabores proviene de los olores. El sentido del olfato comienza en los receptores nerviosos ubicados en la parte alta del revestimiento de la nariz.
Usted tiene aproximadamente 9,000 papilas gustativas, las cuales son responsables principalmente de percibir los sabores dulce, salado, ácido y amargo.
El olfato y el gusto juegan un papel importante en la seguridad y el disfrute. Una comida deliciosa o un aroma placentero pueden mejorar la interacción social y el disfrute de la vida. El gusto y el olfato también le permiten a usted detectar peligros, como comida descompuesta, gases y humo.
El número de papilas gustativas disminuye con la edad. Cada papila gustativa que queda también comienza a atrofiarse (perder masa). La sensibilidad a las cuatro sensaciones gustativas a menudo disminuye después de la edad de 60 años. Generalmente se pierden primero los sabores salado y dulce, seguido de los sabores amargo y ácido. Además, la boca produce menos saliva a medida que se envejece. Esto causa resequedad en la boca que puede afectar el sentido del gusto.
El sentido del olfato puede disminuir, especialmente después de la edad de 70 años. Esto puede estar relacionado con la pérdida de terminaciones nerviosas en la nariz y a la menor producción de moco allí. El moco ayuda a que los olores permanezcan el tiempo suficiente para que sean detectados por las terminaciones nerviosas. También ayuda a eliminar los olores de dichas terminaciones.
Ciertos factores ayudan a acelerar la pérdida de los sentidos del gusto y del olfato, entre ellos, enfermedades, tabaquismo y exposición a partículas dañinas en el aire.
La disminución del gusto y el olfato puede reducir el interés y el placer al comer. Se aumenta el riesgo de peligros debido a que una persona no puede percibir olores como el gas natural o incluso el humo de un incendio que apenas esté comenzando.
Si su sentido del gusto y del olfato ha disminuido, hable con el médico. Puede haber ayuda, por ejemplo:
- Algunos medicamentos pueden alterar la capacidad para oler y saborear. El cambio del medicamento puede mejorar esto.
- Algunas veces, los cambios en la forma de preparar los alimentos, como un cambio en los condimentos que se usan, puede ayudar.
- Para garantizar su seguridad, analice al comprar productos como detectores de gas que emitan alarmas que usted pueda ver y escuchar.
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